Actualmente se ha incrementado el
uso de dispositivos tecnológicos en el ámbito educativo, convirtiéndose en
herramientas de uso generalizado, las cuales el docente debe orientar a un uso idóneo
en el salón de clases, y ligado al cumplimiento de objetivos curriculares
fomentarán en los estudiantes el desarrollo de potencialidades y solución de
problemas.
El iPad es un dispositivo digital
portátil con las prestaciones propias de un PC y que en los últimos años se ha
podido usar en algunos centro educativos, estos dispositivos van generando
nuevas habilidades en las personas, propiciando a ser más prácticos y a tomar
decisiones de una manera rápida y crítica, con información precisa y real
debido a que lo manejan en ese momento.
El iPad está transformando la
forma en que aprendemos y enseñamos. Sus avanzadas herramientas creativas,
libros de texto interactivos, miles de apps y contenidos abren infinitas
posibilidades para el aprendizaje en un dispositivo que a todos les encanta
usar.
Con el iPad todos aprenden de
forma diferente. Con sólo un par de toques, se puede personalizar el iPad
de los estudiantes con materiales que se adapten a su nivel y estilo de
aprendizaje. Un ejemplo lo encontramos en la página de Apple que menciona:
"Digamos que estás enseñando una lección de física sobre la inercia. Para
tus estudiantes que aprenden mejor escuchando, puedes descargar un podcast de
iTunes U sobre las leyes del movimiento de Newton. Además, para aquellos que
aprenden a través de la interacción táctil, puedes encontrar una app que les
permita disparar flechas a un blanco. La amplia gama de contenidos para
diversos temas y niveles también permite adaptar fácilmente el iPad para los
estudiantes en varios niveles de aprendizaje. Con el iPad, puedes enseñar la
misma lección a todos tus estudiantes, de diferentes maneras".
Los docentes no podemos impedir a
nuestros estudiantes el uso de dispositivos tecnológicos, al contrario, se
recomienda usarlos con fines pedagógicos.